FUERTE DE SAN DIEGO , ACAPULCO.
Presentación del libro “Memorias de un delfín” de la escritora y periodista Manú Dornbierer, en el Museo Histórico de Acapulco Fuerte de San Diego, el 12 de noviembre de 2009.
Por Rodrigo Juárez Ortiz.
La comunicación es un elemento fundamental para que los seres vivos se den información de lo que se tiene y en los mamíferos superiores para lo que se piense, se siente y se quiere.
De esta guisa el ser humano ha creado el lenguaje como un sistema de comunicación, el cual es una de sus facultades que sirve para la representación y expresión de ese trípode vital de su existencia: pensar, sentir y querer por medio de un sistema de símbolos, v,gr.: lenguaje hablado, lenguaje escrito que la semiótica nos va a explicar por cuanto a su funcionamiento y recepción, y desde esta óptica tenemos que el ser humano, en términos generales, deviene en verbomotor o en grafomotor.
En la especie, Manou Dornbierer pertenece a este último grupo, el grafomotor, habida cuenta de que al margen de que resulta encantadora (cuando quiere), porque es una gran charlista, muy amena, finalmente se sobrepone su facilidad o gusto por la escritura.
Es indudable la facilidad con que se expresa escribiendo y prueba de ello está en su muy amplia producción escrita ( cuentos, ensayos, novelas ),sin embargo aquí surge una gran interrogante y es que ella es periodista, analista política, y como tal tiene el hábito de comunicar la noticia, el evento que está sucediendo en ese momento, que una vez descrito cede su lugar a un evento nuevo y a otro y así, interminablemente. Solo informa de los sucesos y los comenta, en su carácter de periodista. Eventos que se vuelven efímeros por estar llenos de cotidianeidad y que en tratándose de publicaciones en papel periódico, se desvanecen en la utilización de este material en menesteres de necesidades cotidianas.
Sin embargo, también resulta que tiene otra dimensión para expresarse. Es ahí donde surge la escritora. Ya no se trata de la comunicación per se, de la simple transmisión de un suceso, sino que aquí ya estamos frente a un acto de creación, de la realización y conformación de un ente que es producto de su imaginación, es decir, de su lado creativo, que implica una gran capacidad de imaginación y de síntesis, toda vez que el cúmulo de información que se nota ha adquirido sobre el tema y que vuelca en este libro, no deviene en una avalancha de tecnicismos, ni se vuelven datos aburridos por la aridez que implicaría su mención, sino que aquí el manejo excelente de la pluma, hace que la terminología técnica y científica que rodea al libro, sirva para aclarar las interrogantes que se van planteando en el curso de la novela, y que la forma diáfana, dúctil y precisa con que se tratan los temas hacen que su lectura sea una verdadera delicia.
Y es aquí donde se desprende el interés de la misma, de toda suerte que, en términos generales, sabemos siempre que si un libro te atrapa desde el principio, es un buen libro, independientemente del tema de que se trate y éste, en tal sentido, cumple su cometido.
Obviamente que toda creación no es sino el reflejo de experiencias personales, aunadas a experiencias y observaciones de datos ajenos y que el realizador de la obra tiene como misión la de convertir el producto en una síntesis de todas esas experiencias y vivencias, haciéndolas accesibles al lector y si lo convence, con mayor razón, se puede dar por satisfecho.
Todos sabemos, también, que la mas rica o exagerada imaginación, siempre se mantendrá a la zaga de la realidad, sin embargo es sabroso, sí, sabroso, leer el desarrollo de la imaginación, en este caso, que muchas situaciones la autora las hace tan creíbles que parecería estarlas experimentando vívidamente.
Encontré, en esta lectura, hay que admitirlo, que Manou vuelca, de una manera sincera y auténtica, su personal concepción del mundo y la vida y además de darnos una verdadera cátedra sobre los delfines, también nos participa de sus concepciones vitales, que enmarcan el aspecto filosófico del libro, que también lo tiene, sin embargo, difiero de algunas de sus concepciones gnoseológicas, por cuanto a su extrema cancelación de la racionalidad y que no viene al caso ampliar este comentario, salvo cuando se tenga el tiempo y el ánimo para en su oportunidad, hacerlo.
Llena de emotividad, de situaciones veraces, de una gran riqueza imaginativa, pero no por ello menos factible, la novela que se presenta esta noche está impregnada de un verdadero amor, respeto y admiración por el mar, la mar, la mer, la madre, el origen de la vida y transmite esta sensación involucrando a los delfines y al ser humano.
La riqueza de esta novela también la encuentro en la concreción que hace de la salvación del mundo (por el deterioro evidente que le estamos haciendo), a través de la participación de los seres mas inteligentes de la creación que son el hombre y el delfín, según los estudios que en relación a sus cerebros y otras características biológicas y fisiológicas nos hermanan y que puede ser una panacea en el cambio de nuestras características genéticas vía el ADN.
Pero no quiero seguir con la trama, que en realidad está deliciosamente escrita y que llamará la atención de quienes aman al mar y a los delfines, porque en una ocasión en que Manou me hizo la distinción de solicitarme que le presentara otro libro, lo hice tan minuciosamente que a media explicación me interrumpió, sonriendo, diciéndome que no siguiera describiendo la trama porque si no, los asistentes ya no iban a comprar el libro.
Muchas gracias.
